EL CONJURO 4: ULTIMOS RITOS.
Esta nueva entrega de la saga
de terror de “El Conjuro 4” pertenece al Conjuring Universe, una de las
franquicias de terror más grandes y exitosas de la última década. La saga
principal se centra en los casos paranormales investigados por Ed y Lorraine
Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga), pero a lo largo de los años se han
expandido precuelas, spin-offs y secuelas que conectan entre sí, de las cuales
platicaremos en una siguiente entrega.
En esta ocasión les platicaré sobre la historia de la película y cómo ha sido recibida por los cinéfilos en las siguientes semanas de su exhibición a partir del 5 de septiembre que fue estrenada en E. U y países como México, Filipinas e Indonesia. Si no pudiste verla aquí te la contaré.
Bueno, El Conjuro Últimos Ritos es la novena entrega de la exitosa saga de horror basada en los casos reales de Ed y Lorraine Warren, dirigida por Michael Chaves, con guion de Ian Goldberg, Richard Naing y David Leslie Johnson-McGoldrick y su historia sigue a los ya retirados Warren en 1986, cuando una sustancia maligna ligada a un espejo poseído amenaza a la familia Smurl y su hija Judy, a quien Lorraine entrenó para enfrentar lo paranormal.
La película arranca fuerte, llevándonos a 1964. Los Warren reciben un extraño espejo en una tienda de antigüedades y, al tocarlo, Lorraine tiene una visión tan brutal que casi pierde el conocimiento. Lo más impactante es que, en ese trance, ve a su hija Judy… todavía no nacida. Y justo en ese mismo momento, Judy llega al mundo de forma complicada, como si la vida y lo sobrenatural se entrelazaran desde su primer respiro.
Luego, avanzamos a 1986 donde
la familia Smurl, con la esperanza de una vida tranquila, se muda a una casa de
dos pisos en Pensilvania. Al principio todo parece normal, hasta que un espejo
regalado en una celebración religiosa empieza a convertirse en un imán de
tragedias: lámparas que caen, fragmentos de vidrio que hieren a los niños, y
voces oscuras que recorren la casa. Y mientras, los espectadores en la sala estábamos
a la expectativa cuando de pronto, los ataques se vuelven tan violentos que la
familia no tiene más opción que buscar ayuda en la prensa. El miedo ya no se
puede ocultar, ni tiempo de ir por más palomitas y refresco.
Mientras tanto, Judy -ya adulta y a punto de casarse con Tony Spera- comienza a sufrir visiones de Annabelle y de una anciana desconocida. El don que heredó de su madre, esa sensibilidad psíquica, se activa con más fuerza de la que ella puede controlar. Lo que parecía un momento de felicidad, su boda, se va contaminando de presagios oscuros.
Aquí es donde Ed y Lorraine,
que ya estaban medio retirados, deciden volver al ruedo. Cuando llegan a la
casa de los Smurl, se encuentran con un panorama aterrador: el espejo es el
centro de todo y dentro de él se esconde una fuerza demoníaca poderosa. Judy es
atraída por la presencia del objeto, Annabelle se manifiesta en su peor versión
y la casa misma parece cobrar vida, atrapando a Lorraine en el sótano y
bloqueando cada salida.
La película avanza y la tensión sube hasta el límite. Pero lo que salva la situación no son ni los crucifijos ni los rezos aislados, sino la unión de la familia. Ed, Lorraine y Judy hacen frente al demonio juntos, en una batalla más espiritual que física. Con su fe y su vínculo familiar, logran destruir el espejo y expulsar al mal que había atormentado tanto a los Smurl como a ellos mismos.
Y así, la película cierra con
un tono muy distinto al resto de la saga. Después del exorcismo, vemos a Judy
casarse con Tony, y entre los invitados aparecen personajes de películas
anteriores, como si todo el universo de El Conjuro estuviera
despidiéndose. Y el momento más emotivo: Ed y Lorraine, ya mayores, bailando
juntos, conscientes de que este fue su último gran caso, la tensión baja, para
un relax colectivo.
Más que un susto final, Últimos Ritos se despide con un mensaje claro: lo que siempre protegió a los Warren no fueron solo los rituales o los exorcismos, sino el amor y la confianza que compartían como familia.
Les comento para todos los amantes del género de terror que El Conjuro 4 tuvo un presupuesto de 55 millones de dólares y hasta el momento de escribir este blog lleva recaudado unos 82 millones a nivel global; puedo comentarles que la aceptación y critica esta balanceada pues mientras algunos como Rotten Tomatoes indica un 78% de aprobación otras páginas de críticas como GamesRadar+ o AP News consideran la aprobación mixta situándola en quinto lugar dentro de la saga, por encima de The Devil Made Me Do It (56 %) y Annabelle (28 %), aunque por debajo de las dos películas originales (86 % y 80 %).
Dentro de la crítica se maneja
que las actuaciones de Vera Farmiga y Patrick Wilson como Lorraine y Ed Warren
han sido elogiadas por su carga emocional y autenticidad; y que la película
logra un tono sentimental, con una atmósfera ochentera y estética de horror
clásico, y un cierre narrativo para los personajes.
Por otra parte, se reprocha su fórmula predecible y dependiente de clichés, con sustos poco frescos y ritmo lento o muchos la describen como un "terrorífico capítulo final" y un "adiós perfecto", lo que refleja que fans de la saga han sentido que se cierra con dignidad.
Lo cierto es que The Conjuring: Last Rites llega como un final caro y ambicioso para los Valientes Warrens, con elementos de horror clásico, estética nostálgica, y una carga emocional significativa. A nivel taquilla, triunfa: rompe marcas de preventa y tiene potencial de fin de semana muy alto, además de un buen rendimiento en mercados como India. Críticamente, entra en territorio mixto, con puntuaciones alrededor del 55–62 % y divisiones claras: el público parece más conmovido que la crítica. En mi opinión, la película si cumple con su papel como despedida, ya que ofrece un cierre, caras familiares y momentos emotivos. Solo recuerda que la última opinión la tienes tú, saludos y hasta la próxima.









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