VIDEOJUEGOS CLÁSICOS DE LA HISTORIA.

 

Los tres videojuegos más clásicos de la historia: de una barra y una pelota a un fontanero legendario.

Hoy en día hablar de videojuegos es pensar en gráficos hiperrealistas, consolas de última generación y mundos abiertos casi infinitos. Pero todo este universo empezó con ideas mucho más sencillas, incluso rudimentarias, que marcaron un antes y un después en la cultura pop. Si tuviéramos que elegir a los tres clásicos que lo iniciaron todo, serían estos: Pong, Pac-Man y Super Mario Bros.

Pong (1972): cuando la pelota empezó a rodar

En 1972, la empresa Atari lanzó al mercado Pong, un videojuego tan simple como adictivo: dos barras en pantalla que golpeaban un cuadrado para simular un partido de tenis de mesa. Aunque no fue el primer videojuego de la historia, sí fue el primero en convertirse en un éxito comercial masivo.

Lo sorprendente es que su creador, Allan Alcorn, lo desarrolló como un experimento de prueba. Nadie imaginó que se convertiría en la sensación de bares y salas recreativas. Pong demostró que los videojuegos podían ser entretenimiento de masas, y abrió la puerta a toda una industria que apenas despertaba.

Pac-Man (1980): el comecocos que conquistó al mundo

Ocho años después, Namco presentó a un pequeño círculo amarillo que cambiaría las reglas del juego: Pac-Man. Su creador, Toru Iwatani, quería diseñar algo diferente a los típicos shooters espaciales de la época. Se inspiró en una pizza a la que le faltaba una rebanada, y así nació el personaje que recorrería laberintos comiendo puntos mientras huía de fantasmas de colores.

Pac-Man no solo fue un éxito en los arcades, también se convirtió en un fenómeno cultural: juguetes, caricaturas, música y hasta una canción en el número uno de las listas. Su simplicidad escondía un reto interminable que atrapaba a cualquiera. Fue el primer videojuego en trascender las máquinas y convertirse en un ícono global.

Super Mario Bros. (1985): el salto hacia la modernidad

Si Pong inició la industria y Pac-Man la llevó al estrellato, Super Mario Bros. consolidó los videojuegos como una forma de entretenimiento que podía llegar a cualquier hogar. Creado por Shigeru Miyamoto y lanzado en 1985 para la Nintendo Entertainment System (NES), el juego nos presentó a Mario, un fontanero bigotón que debía rescatar a la princesa Peach en el Reino Champiñón.

El diseño de niveles, la música inolvidable de Koji Kondo y la jugabilidad precisa lo convirtieron en un clásico eterno. Super Mario Bros. no solo salvó a Nintendo de la crisis de los videojuegos de principios de los 80, también definió el género de plataformas y sentó las bases de los videojuegos modernos.

El legado de tres gigantes

Estos tres títulos —Pong, Pac-Man y Super Mario Bros.— no solo son clásicos: son los cimientos de toda la industria gamer. Uno probó que los videojuegos podían ser negocio, otro que podían ser cultura pop, y el tercero que podían ser arte, narrativa y experiencia en casa.

Así que la próxima vez que enciendas tu consola o tu PC para jugar un título de última generación, recuerda que todo comenzó con una barra, un círculo amarillo y un fontanero que nunca dejó de saltar.

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