“Entendiendo los medios: Las extensiones del hombre”
(1964)
Marshal McLuhan.
En esta ocasión les comparto un análisis de la obra de uno de los personajes legendarios de la comunicación global, me refiero a Marshall McLuhan cuyo aporte teórico sobre “el medio es el mensaje” generó un gran revuelo por varias décadas en foros de discusiones en todo el mundo académico de la comunicación, por el gran impacto teórico y cultural de su propuesta que anticipó fenómenos centrales de la era digital. A través de una valoración profunda, se examina la vigencia de sus ideas en un mundo hiperconectado, donde los medios configuran no solo lo que vemos, sino cómo vivimos.
Marshall McLuhan, en su obra cumbre, Understanding
Media: The Extensions of Man (1964), propone una visión radicalmente nueva
sobre los medios de comunicación, situándose como uno de los pensadores más
influyentes del siglo XX en el campo de la teoría crítica de la comunicación.
Su enfoque se aparta de la concepción tradicional que veía los medios como
simples canales de transmisión de contenido, para entenderlos como extensiones
del cuerpo y la mente humana, capaces de transformar profundamente la
percepción, la cognición y la organización social. Desde esta perspectiva,
McLuhan plantea que cada medio -ya sea el lenguaje, la imprenta, la televisión
o el teléfono- modifica la relación del ser humano con el mundo, reconfigurando
no solo lo que se comunica, sino cómo se vive.
En tal sentido, uno de los conceptos más
provocadores y duraderos de la obra es la afirmación de que “el medio es el
mensaje”. Esta idea, lejos de ser una simple fórmula retórica, implica que el
impacto de un medio no reside en el contenido que transmite, sino en la forma
en que altera los patrones de percepción y comportamiento. Por ejemplo, la
televisión no solo transmite programas, sino que impone una lógica visual,
fragmentada y simultánea que transforma la experiencia del tiempo y del
espacio. En palabras del propio McLuhan: “It is the medium that shapes and
controls the scale and form of human association and action” (McLuhan,
1994, p. 9). Esta tesis se convierte en el eje central de su análisis, y le
permite explorar cómo los medios electrónicos están reconfigurando la
conciencia humana.
Asimismo, otro aporte fundamental es la
noción de la “aldea global”, que anticipa la interconexión planetaria que hoy
vivimos con internet y las redes sociales. McLuhan advierte que los medios
electrónicos, al eliminar las barreras temporales y espaciales, nos devuelven a
una forma de tribalismo electrónico, donde la simultaneidad de la información
genera una conciencia colectiva global. Esta idea, desarrollada en capítulos
como “Electric Light” y “Television”, se vincula con su clasificación de los
medios en “calientes” y “fríos”, según el grado de participación que requieren
del receptor. Los medios calientes, como la radio o el cine, ofrecen alta
definición y requieren poca participación; mientras que los fríos, como la
televisión o el teléfono, son de baja definición y exigen mayor implicación
sensorial y cognitiva del usuario (McLuhan, 1994, pp. 22–36).
Por tanto, desde una perspectiva
crítica, la obra ha sido objeto de múltiples debates. Por un lado, se reconoce
su carácter visionario, al anticipar fenómenos como la economía de la atención,
la cultura de la inmediatez, la convergencia mediática y la influencia de los
algoritmos en la vida cotidiana. Por otro lado, se le ha acusado de
determinismo tecnológico, al atribuir a los medios un poder casi absoluto en la
configuración de la cultura, sin considerar suficientemente la agencia humana
ni los contextos históricos (Williams, 1974). Sin embargo, esta crítica puede
matizarse si se entiende que McLuhan no propone una causalidad lineal, sino una
ecología de los medios, donde cada innovación tecnológica genera un entorno que
reconfigura las relaciones humanas.
Así, en la era digital, las intuiciones
de McLuhan adquieren una vigencia renovada. La afirmación de que los medios son
extensiones del ser humano se materializa en dispositivos que amplían la
memoria (como la nube), la atención (como los algoritmos de recomendación) y la
interacción (como las redes sociales). La “aldea global” se manifiesta en la
circulación instantánea de discursos, imágenes y emociones a escala planetaria.
Incluso su advertencia sobre los efectos invisibles de los medios —“We become
what we behold. We shape our tools and thereafter our tools shape us” (McLuhan
& Fiore, 1967)— resuena con fuerza en los debates actuales sobre
inteligencia artificial, vigilancia digital y manipulación algorítmica. Autores contemporáneos como Manuel
Castells han retomado y ampliado la visión de McLuhan, al analizar cómo el
poder comunicativo se reconfigura en redes digitales que transforman la
estructura social y política” (Castells, 2009).
En conclusión, Understanding Media
no solo representa un parteaguas en los estudios de comunicación, sino que
ofrece un marco conceptual imprescindible para comprender las transformaciones
culturales, cognitivas y sociales de la era digital. Aunque sus postulados
deben ser leídos con espíritu crítico y contextualizado, su capacidad para
revelar los efectos estructurantes de los medios sobre la experiencia humana
sigue siendo una herramienta poderosa para pensar el presente y anticipar el
futuro.
Referencias
Castells,
M. (2009). Communication power. Oxford University Press. https://doi.org/10.1093/acprof:oso/9780199567041.001.0001
McLuhan,
M. (1994). Understanding media: The extensions of man. MIT Press.
(Trabajo original publicado en 1964). https://archive.org/details/understandingmed0000mclu
McLuhan,
M., & Fiore, Q. (1967). The medium is the massage: An inventory of
effects. Bantam Books. https://monoskop.org/images/4/4c/McLuhan_Marshall_Fiore_Quentin_The_Medium_is_the_Massage_An_Inventory_of_Effects.pdf
Williams,
R. (1974). Television: Technology and cultural form. Routledge. https://archive.org/details/televisiontechno0000will




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